En una situación en la que los medios occidentales hablaban continuamente sobre las relaciones entre Estados Unidos y el régimen sionista y los profundos desacuerdos entre el gobierno de Biden y el gabinete de Netanyahu, los medios hebreos intentaron en un primer momento enfatizar que no había tensión en las relaciones conjuntas. y que el tema era solo una diferencia de enfoques, reduce la gravedad de estas noticias.
Según el sitio web de la red de noticias Al-Mayadeen, pero con el aumento de las diferencias de opinión entre las dos partes sobre la mayoría de los asuntos nacionales, regionales e internacionales, estos medios ahora han adoptado un enfoque diferente a este respecto y señalan el hecho de que las relaciones con los Estados Unidos son aparentemente normales; Pero tras bambalinas hay profundos desacuerdos que pueden hacer imposible volver al pasado.
El viaje de Isaac Herzog, jefe del régimen sionista, a Estados Unidos, previsto para este martes para reunirse con Biden, aumenta la intensidad de estas diferencias en medio de las profundas diferencias de opinión entre Herzog y Netanyahu, que el Los medios hebreos lo consideraron como uno de los desafíos para Netanyahu.
Thomas Friedman, jefe de la sección de opinión del New York Times, escribió en el último informe sobre el desarrollo de estas diferencias, que hablar sobre el conflicto entre los valores e intereses de los Estados Unidos y el régimen sionista, en realidad indica una diferencia de opinión en los enfoques diplomáticos de las dos partes, no en la cooperación militar y de inteligencia Basado en esto, ¿dónde se han mostrado los signos de este desacuerdo en diferentes casos?
1- El caso de los asentamientos
El discurso sobre las diferencias en la relación entre EE.UU. y el régimen sionista apareció con la presidencia del gabinete de Netanyahu en noviembre pasado, y luego de que Netanyahu formara un gabinete de partidos extremos en diciembre, que es considerado uno de los gabinetes más extremos en la historia de este régimen, habla de ello en Los medios ampliados.
Entre otras cosas que aumentaron la tensión entre la administración Biden y el gabinete de Netanyahu fue la acción de Netanyahu al cancelar la ley de secesión, que hizo posible que los colonos regresaran a los asentamientos y centros de asentamiento legitimados en el Dokhtari Bank ocupado. También aprobó una ley basada en sobre eso, el proceso de aprobación de los acuerdos pasó de seis etapas a dos etapas, y como resultado, Washington, en un movimiento inusual y muy raro en las relaciones entre las dos partes, convocó a Mike Herzog, el embajador del régimen sionista, para anunciar su objeción a esta ley.
Según el informe de Friedman en el New York Times, que examinó los resultados del apoyo estadounidense a estos desarrollos, naturalmente, la objeción estadounidense a este tema no se hizo solo para condenar la continua ocupación de los territorios palestinos, que siempre ha sido apoyada por los Estados Unidos, pero esta objeción se hizo para preservar la reputación de los Estados Unidos en las instituciones y se celebraron círculos internacionales en los que defiende la idea de que el régimen sionista ocupa temporalmente Cisjordania y no comete ningún tipo de apartheid allí, mientras que el gabinete del régimen sionista anunció abiertamente su intención de anexar Cisjordania y otorgó amplios poderes financieros y de seguridad a dos de los partidarios más radicales de la anexión, a saber, Betsalel Smotrich e Itamar Ben Gower.
Al respecto, Biden enfatizó que el gabinete del régimen sionista, que es el más radical desde la época del gabinete de Golda Mayer, es la base del problema de Cisjordania, que enfrenta constantemente tensiones de seguridad.
Uno de los casos que mostró claramente parte de la tensión en las relaciones entre ambas partes es la orden del gobierno estadounidense de detener la cooperación científica y tecnológica con el régimen sionista fuera de la línea verde, lo que significa volver a la posición anterior del país durante la presidencia de Barack Obama en los años 2009 a 2017.
Sionist TV informó al respecto, que esta orden determinó que tal cooperación nunca se llevará a cabo en áreas geográficas más allá de las fronteras anteriores a la guerra del 5 de junio de 1967, cuyo estatus final aún está en negociación.
2- Reformas judiciales
Las críticas de Biden y su administración al gabinete de Netanyahu no se limitaron al tema del desarrollo de asentamientos por parte del régimen sionista en Cisjordania ocupada, sino que también incluyeron la ley de reforma judicial, que el gabinete de Netanyahu trató casi desde su formación. Mientras se intensificaban las protestas de un nutrido grupo de colonos en protesta por la aprobación de esta ley, Biden envió un mensaje personal y confidencial a Netanyahu, pidiéndole que detuviera la aprobación de esta ley y tratara de llegar a una solución intermedia.
El mensaje secreto que Biden envió a Netanyahu mostró que él está directamente involucrado en la presión que la Casa Blanca está ejerciendo abierta y encubiertamente para justificar que Netanyahu detenga la aprobación de esta ley. Según algunas fuentes estadounidenses, el tono del mensaje secreto de Biden fue más tajante que el mensaje público que lanzó en los medios.
Al respecto, el diario estadounidense Washington Post escribió que el gabinete de Netanyahu tuvo relaciones con uno de sus mayores apoyos, Estados Unidos, en sus ataques hostiles a los tribunales y otras instituciones a través de reformas judiciales, así como en su duro trato con los palestinos. y la tolerancia de los colonos.
Llegó al punto en que algunos funcionarios israelíes, encabezados por Yair Lapid, el jefe de la oposición de este régimen, advirtieron que “Israel” podría perder América debido a las acciones de este gabinete y las reformas judiciales.
Al mismo tiempo que la presión estadounidense sobre el gabinete del régimen sionista, una fuente cercana a Netanyahu acusó a Estados Unidos de financiar las protestas contra las reformas judiciales. En este contexto, los medios en idioma hebreo citaron a Amihai Shikli, el Ministro de Igualdad Social y Pensionados, diciendo que “Estados Unidos apoya las protestas en Israel y Biden se coordina con Ehud Barak y Yair Lapid”.
3- Los acuerdos nucleares de Irán
Los desacuerdos de Estados Unidos sobre los asuntos domésticos mencionados coincidieron con el inicio de negociaciones diplomáticas y acuerdos entre Washington y Teherán con la mediación de Muscat para revivir el caso nuclear de Irán, un tema al que se opone el régimen sionista, y que generó la ira de los funcionarios y del gobierno israelí. Y estos medios consideraron que los acuerdos entre Irán y Estados Unidos son el resultado de los errores más graves de Netanyahu.
Lo que básicamente enfureció al régimen sionista fue que perdió su influencia en las negociaciones entre Teherán y Washington, y además, aceptó los acuerdos formados entre las dos partes y se rindió a ellos, especialmente que Estados Unidos en las negociaciones que a través de Omán con Irán, El gabinete de Netanyahu no mantuvo informado a Netanyahu sobre las negociaciones y el progreso en el proceso del acuerdo, y los líderes políticos y de seguridad de Israel expresaron su descontento por este hecho.
Basado en el hecho de que había una gran brecha entre el gabinete de Netanyahu y el gobierno de Biden, el régimen sionista se dio cuenta de que su intento de interrumpir el proceso de reactivación del caso nuclear de Irán ya no tiene ningún papel, y esto fue ampliamente informado por los medios de este régimen. , mientras que el gabinete de este régimen había jugado previamente un papel importante en la retirada de la administración de Donald Trump, el expresidente de Estados Unidos, del acuerdo nuclear de 2018.
4- Normalización con Arabia Saudí
Entre los casos que agravaron los desacuerdos entre EE. UU. y el régimen sionista, estuvo la negativa de EE. UU. a avanzar hacia el desarrollo de acuerdos de normalización, incluso con Arabia Saudita, al punto que incluso declaró abiertamente que la realización de este asunto se debe a el hecho de que el patio trasero de Israel esté inflamado (es decir, la reciente tensión en Cisjordania) puede ser imposible.
Se puede decir que estas declaraciones destruyeron toda la propaganda mediática reciente del régimen sionista para mostrar la normalización de las relaciones con Arabia Saudita, de hecho, mientras algunos medios del régimen sionista cercanos a Netanyahu hablaban de la posible normalización, algunos de estos medios enfatizó que Arabia Saudita actualmente no busca la normalización de relaciones con Israel, además el presidente estadounidense enfatizó que “Israel y Arabia Saudita tienen un largo camino por recorrer para llegar a un acuerdo que normalice sus relaciones”.
La disminución de la posibilidad de un acuerdo para normalizar las relaciones entre Arabia Saudita y el régimen sionista se dio luego de cambios en los territorios ocupados y también en el mundo. Según Daniel Shapiro, exembajador de Estados Unidos en los territorios ocupados, acontecimientos como la escalada de tensiones entre las partes israelí y palestina, los llamamientos de algunos funcionarios israelíes a tomar medidas en consonancia con la anexión de Cisjordania y la desafiante de la situación existente en los lugares santos de Jerusalén en la reducción de la popularidad de los acuerdos La normalización fue efectiva.
En el ámbito internacional, tras la publicación de la declaración conjunta entre Irán y Arabia Saudí el 10 de marzo y el anuncio de su acuerdo para reanudar el diálogo y las relaciones diplomáticas y reabrir las embajadas en los dos países por invitación del presidente chino, Xi Jinping, el israelí los medios de comunicación se abstuvieron de publicar material sobre la inminente firma del acuerdo.La normalización de las relaciones con Arabia Saudí retrocedió.
5- Convertir las diferencias políticas en diferencias personales con Netanyahu
Desde la reelección de Netanyahu se intensificaron los desacuerdos en los territorios ocupados, y de un desacuerdo entre el gobierno estadounidense y Tel Aviv a un desacuerdo personal entre la administración Biden y Netanyahu, quien ahora es un elemento indeseable en la Casa Blanca por sus acciones y políticas
Este problema se hizo evidente cuando Biden no invitó a Netanyahu a asistir a la Casa Blanca e incluso declaró que nunca lo invitaría en un futuro cercano para humillarlo.Netanyahu también prohibió a los ministros de su gabinete viajar a Washington antes de prohibir su propia reunión con Biden. . Los ministros del gabinete de Netanyahu que mostraron interés en visitar Washington, incluido Smotrich, a quien se le prohibió visitar Estados Unidos, se sorprendieron por su fuerte oposición.
Las diferencias personales entre Netanyahu y Biden se intensificaron cuando Biden calificó al gabinete actual del régimen sionista y a algunos de sus ministros como el gabinete más radical en la historia de este régimen desde la época del gabinete de Golda Mayer. En reacción a estas declaraciones, los medios del régimen sionista citaron a uno de los familiares de Netanyahu y anunciaron que “el presidente de Estados Unidos es arrogante”.
Por otro lado, la clara oposición de Netanyahu a la interferencia de Estados Unidos en las decisiones de su gabinete y su insistencia en que él mismo toma las decisiones del gabinete y no en base a la presión extranjera, incluso de sus mejores amigos, en respuesta a las demandas de Estados Unidos de detener el plan de reforma judicial, fue uno de los factores que creó un cambio en Estados Unidos y provocó el declive de la posición de Netanyahu en Estados Unidos.
En ese marco, dijo Thomas Friedman, los diplomáticos estadounidenses que interactuaron con Netanyahu se escandalizaron estos días porque apenas pueden creer que Netanyahu se dejará conducir por personas como Ben Goyer para destruir las relaciones entre el régimen sionista y Estados Unidos solo porque Permanecer en el poder, poner en peligro.
En base a esto y con el enfoque que se ha formado sobre las relaciones entre ambas partes, ¿qué escenarios pueden darse para estas relaciones?
Según Hasan Lafi, escritor palestino y experto en temas sionistas, hay tres escenarios posibles para estas relaciones. El primer escenario es que el régimen sionista corrija su papel para volver una vez más a ser un estado funcional como Estados Unidos quiere, y este abre las condiciones para una intervención más seria del gobierno estadounidense en la política interna del régimen sionista, y las condiciones serán las mismas que antes, y estas condiciones pueden coincidir con el cambio de gabinete y la formación de un movimiento social y político apoyada por los Estados Unidos contra el nuevo movimiento religioso.
Según Lafi, el segundo escenario es que la brecha entre Estados Unidos y el régimen sionista, junto con la intensificación de los movimientos religiosos y el aumento de los cambios sociales e internos en Estados Unidos y los territorios ocupados, y el régimen sionista comiencen a buscar otros partidos para apoyo y supervisión, algunos en el régimen sionista y en los Estados Unidos están pensando en esta opción, pero esta opción tiene un proceso largo, lento y gradual.
Pero el tercer escenario es que el fortalecimiento y el debilitamiento de las relaciones y las fluctuaciones en las mismas continúan, y al mismo tiempo estas fluctuaciones dependen de algunos desarrollos internos y externos en los territorios ocupados y América.
En entrevista con Al-Mayadeen, Lafi afirmó que a pesar de todos estos escenarios, creo que Israel ya no es un gobierno pragmático, práctico y adecuado para Estados Unidos, un país que lo supervisa, y se ha creado una brecha en los intereses. de ambos lados.
Este experto en los temas del régimen sionista continuó diciendo: Los intereses políticos y económicos de Estados Unidos ya no son compatibles con los intereses de Israel en el Medio Oriente, y esto fue evidente en la retirada de Estados Unidos de la región y su traslado a otras áreas más estratégicas como como el Sudeste Asiático.
Finalmente, el desacuerdo que se ha extendido entre el régimen sionista y los EE. UU. no solo se limita a los tomadores de decisiones, sino que también está relacionado con los intereses del gabinete práctico de Israel y el gobierno de vigilancia de los EE. UU. Según Stephen M. Walt, los beneficios del apoyo de EE.UU. a Israel ya no cubren los costos políticos de EE.UU. En base a esto, surge la pregunta de cuál será el escenario que enfrentarán las relaciones de EE.UU. con el régimen sionista en los próximos días.
